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LA EVOLUCIÓN DIGNIFICA AL HOMBRE

La realidad y naturaleza como jueces de la verdad que tratamos de desencriptar. Está inscrito sobre arena el principio angular sobre el que se edifica el conocimiento construido bajo el rigor del método científico: La experimentación y evidencia son los únicos medios para corroborar nuestras conjeturas y teorías. La propia esencia del argumento no le permite inmortalizarse en piedra como tantas otras verdades, se ve relegado a la arena, donde debe soportar tempestades y escrutinios, de los que, amparado en cientos de comprobaciones, ha sabido salir airoso.


Centenas de falacias presentadas con congruencia y elegancia han sido resquebrajadas por la propia realidad que buscaban describir, y decenas de teorías que encajaban a la perfección con nuestra visión subjetiva del universo; que no llegan a cuestionar nuestros principios si no que se amoldan a los mismos, no logran traspasar el filtro que las cataloga congruentes con el comportamiento del cosmos. La estructura de la ciencia desenmascara muchas veces una lección de humildad intelectual, la verdad siempre anhelada no está dónde da gusto encontrarla, la misma realidad obliga a buscar fuera de creencias y argumentos propios, obliga a desenmascarar falsas ideas que no permiten visualizar lo que es verdadero, tornándose muchas veces en un tormentoso proceso que destruye y construye, fundiendo moldes establecidos para dar paso a la duda y al cuestionamiento del que se nutre la construcción de conocimiento.



Maltratada se presenta una verdad, víctima de la ausencia de humildad intelectual necesaria para comprenderse y aceptarse: La teoría de la evolución, teoría que busca explicar la diversificación de la vida presente en nuestro planeta, a partir del principio de la vida misma, sin detallar como esta apareció por vez primera. Los postulados enmarcados en la teoría de la evolución no son fáciles de digerir a la luz de dogmas, la dignificación del hombre como criatura especialmente creada se ve trastornada por la aparición del ancestro común y la perfección de la naturaleza conferida al ser un proyecto perfectamente ejecutado y dirigido se quiebra ante la selección natural. Por tal motivo es evidente entender el rechazo social a tal explicación de la realidad, sin embargo la teoría de la evolución, heredera del principio que edifica el conocimiento, ha sabido soportar amparada en evidencias el juicio de la naturaleza y la realidad.


Las comprobaciones experimentales de la teoría de la evolución son incontables, presentes en casi todos los campos de estudio científicos se encuentran líneas de evidencia independiente que corroboran y confirmar los postulados de la evolución, como: Comparación anatómica, embriología y desarrollo, registro fósil, comparaciones de ADN, distribución de especies, evolución observada y predicciones debidas a la evolución. Este glosario de datos permite consolidar a la teoría como una correcta descripción de la diversificación de la vida, por tanto una correcta descripción nuestra.


La correlación del 99% de nuestro ADN con el ADN de primates nos grita nuestra dependencia familiar con dicha especie, nos conecta de lleno con todo el entramado de especies que comparten el privilegio de la vida. Nuestra dignidad no proviene de ser un proyecto especialmente desarrollado, proviene de compartir el privilegio de ser parte de un proceso compartido con todas las especies a lo largo de millones de años, proceso mediado bajo la selección natural y que nos dotó tal cual somos. No somos una individualidad única y aislada con superioridad establecida, somos una pieza más de un entramado complejo y hermoso, y es allí donde adquirimos responsabilidades con nuestro entorno y realidad, no somos ajenos a los procesos del universo, somos parte de los mismos.


Una vez más ante la luz de la ciencia se vislumbra nuestra realidad, que debemos comprender y aceptar, dejando de luchar contra nuestras verdades y reconociéndonos tal cual somos. La teoría de la evolución es uno de los muchos ejemplos que gritan a todo pulmón la necesidad de la humildad intelectual en nuestra especie, que se empeña en ser diferente a sus emparentados, olvidando que aquello que nos une y entrelaza es lo que realmente nos hace especiales.

Para saber un poco más: 1) ¿Qué es la evolución?: https://www.youtube.com/watch?v=GhHOjC4oxh8

2) ¿Cuál es la evidencia de la evolución?: https://www.youtube.com/watch?v=lIEoO5KdPvg&t=3s

3) ¿Qué es la selección natural?: https://www.youtube.com/watch?v=0SCjhI86grU

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