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DEMOCRACIA UNIVERSAL


Siempre que buscamos la manera correcta de abordar la descripción de un sistema físico recurrimos a lo fundamental: las etiquetas numéricas que enmarcan la posición de las partículas. Es lógico pensar que necesito primero saber dónde se encuentran las partículas para luego poder predecir su comportamiento.

Para lograr conocer las coordenadas de partículas necesito un sistema de referencia; un conjunto de rectas numéricas normalmente perpendiculares entre sí, que permitan la descripción de la posición mediante pares de números. Los sistemas de referencia son herramientas utilizadas por y para la descripción de la realidad que no están presentes en la naturaleza, han sido ideados por el hombre para describir la ubicación temporal y espacial de todo aquello que lo rodea y busca comprender. Ejemplos de lo anterior son:

• El plano cartesiano: inventado por René descartes; es el sistema de referencia predilecto para la descripción física de fenómenos clásicos, ya que sus propiedades facilitan cálculos matemáticos debido a la perpendicularidad de sus ejes.

• Las coordenadas geográficas: Son el sistema de referencia empleado en la tierra para la descripción de la posición de cualquier objeto o persona sobre el planeta, utilizando la longitud, la latitud y la altitud con respecto al nivel del mar.

• Las coordenadas polares: Es un sistema de referencia que utiliza ángulos junto a distancias en el plano para enmarcar las posiciones de las partículas dentro del mismo, es ampliamente utilizado en algunos cálculos físicos y en trigonometría.

Al enfrentarnos a la descripción de un sistema físico podemos utilizar cualquier tipo de sistema de referencia que enmarque la posición de las partículas a describir, no importan las coordenadas que enumeren mi partícula en cualquier momento, las leyes físicas me aseguran que los resultados de mi descripción deben ser los mismos para cualquier referencia.

Esta consecuencia es derivada de un principio fundamental de la física que asegura que cualquier observador en cualquier parte del universo deberá obtener los mismos resultados en su descripción del sistema que cualquier otro, otorgándole la supremacía a las leyes físicas que describen nuestro cosmos como leyes independientes del sistema de referencia que utilizamos para descubrirlas. Irónico es el hecho de que los resultados que obtenemos gracias al sistema de referencia no dependen de dicha herramienta, a pesar de ser necesario un marco donde situarnos no es trascendental, en cambió las leyes son universales e independientes, son lo vital e importante.

Gracias a este carácter supremo de las leyes físicas, los científicos adquirimos el nivel de abogados universales, encargados de desencriptar los códigos del cosmos que hacen perdurar la democracia universal.

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