top of page

UNA LUCHA QUE NO HA DE SER RELATIVA


Los derechos humanos, de los que somos portadores por el simple hecho de pertenecer a esta especie, son un concepto elaborado bajo el aporte de diferentes perspectivas a lo largo de la historia de todas las culturales de la humanidad, que buscan dignificar al hombre por ser hombre. A partir del consenso generado por la Naciones Unidas conocemos algunos derechos humanos como: la vida, la libertad, el libre desarrollo de la personalidad, etc. Pero de la mano del concepto de derecho, se plasma en si mismo la voluntad de luchar por él, más trascendental que el fin en sí mismo, aquella cualidad que prima la lucha por sobre la victoria.


Hace 452 años en Pisa, Italia, existió un hombre que pese a no conocer los burocráticos consensos internacionales que conllevan reconocer la dignidad de cada hombre, emanaba la voluntad de luchar por su derecho fundamental, el de observador y descriptor de lo acontecido en el cosmos. Galileo Galilei, un científico y pensador fundamental en el desarrollo del método científico y la construcción de la física clásica, acoplo en sus sublimes ideas, aquella encargada de perdurar por siglos y generar incontables revoluciones científicas.


Basado en sus observaciones, e innovando en la manera de hacer ciencia con la construcción de los primeros experimentos, Galileo logró identificar una sutileza inscrita en los códigos del universo. Analizando el comportamiento de sistemas físicos en movimiento y en reposo, como la caída de los cuerpos en el plano inclinado, descubrió que las descripciones que se deduzcan de dos diferentes observadores sobre un mismo sistema físico son equivalentes, es decir, yo siendo un observador en reposo respecto al sistema debo ser capaz, a través de simples transformaciones, de conseguir las mismas descripciones que un observador que tenga una velocidad respecto al sistema; el principio relativo había sido concebido.


Galileo profundizó en su análisis y promulgó que el reposo respecto a un sistema y el movimiento rectilíneo uniforme, para efectos de los cálculos, son exactamente lo mismo, emprendiendo la lucha fundamental por su derecho de observador válido para la descripción física, y plasmó su idea en las transformaciones de Galileo; un conjunto de básicas operaciones matemáticas que permiten pasar de la descripción de un sistema físico de un observador, al de otro observador, sin problemas; el diccionario de la física clásica había sido estipulado.


El principio relativo, enunciado por Galileo, fue pieza fundamental en los análisis teóricos de Einstein siglos después, que originarían en la construcción de una nueva teoría de gravitación: La relatividad General. Esto nos lleva a develar entonces el impacto científico que conlleva la lucha por aquello que es nuestro, los derechos con los que la evolución nos dotó en el universo. Galileo a muerto, pero su legado es vital para todo científico, y la lucha sigue.

También te gustaría:

La onceava dimensión

La gravedad te trajo aquí, y de un agujero negro nadie escapa.

bottom of page